Una patente, un diseño registrado o no registrado, un derecho de autor o una marca comercial es un derecho legal que puede utilizarse en los tribunales para evitar que otra persona se aproveche de su creación intelectual. Al leer informes de noticias de grandes empresas que participan en litigios de alto perfil y extremadamente costosos, es posible que se le perdone por creer que esta es la forma normal en que se hacen cumplir los derechos de propiedad intelectual. Sin embargo, en la práctica, generalmente es preferible resolver una disputa de manera rápida y económica, sin involucrar a los tribunales, para que se pueda reanudar la actividad normal. Muy a menudo, las partes en disputa, una vez resueltas sus diferencias, continúan con una relación comercial de beneficio mutuo. Por lo tanto, la mayoría de las denuncias de infracción se resuelven mediante negociación y los tribunales solo escuchan una pequeña fracción de las disputas.
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Sin embargo, la posibilidad de una acción judicial, respaldada por sólidos derechos legales, es una parte importante de las negociaciones. Como titular de derechos, su principal moneda de cambio es la amenaza de que, si la parte infractora no cede sustancialmente a sus demandas, entonces tiene a su disposición un recurso sólido en el Tribunal. Por lo tanto, es vital que, al hacer concesiones en un intento de llevar la disputa a una conclusión rápida y económica, no perjudique su posición si las negociaciones resultan infructuosas, lo que requiere una acción judicial. El privilegio de "sin prejuicios" permite negociaciones libres al evitar que las concesiones hechas durante negociaciones infructuosas sean admitidas como prueba en procedimientos judiciales posteriores.
La regla "sin prejuicios" a menudo se malinterpreta. Muchas personas, tal vez habiendo recibido una carta marcada "sin prejuicios", creen que al marcar de manera similar su respuesta, el privilegio se aplicará también a su correspondencia. Sin embargo, el simple hecho de indicar que una comunicación es privilegiada no significa que lo sea. El fondo de la comunicación debe ser el de un intento genuino de poner fin a la disputa, haciendo una concesión a su posición anterior. Asimismo, omitir incluir la etiqueta "sin perjuicio" no significa automáticamente que la regla no se aplique, aunque es una buena práctica ser claro cuando se pretende que las comunicaciones sean privilegiadas. Existe el riesgo de que una comunicación ambigua pueda considerarse una admisión que posteriormente no puede ser denegada en el Tribunal.
Es muy posible que algunas partes de una carta sean "sin prejuicio" y que otras partes de la misma sean admisibles en el Tribunal. Sin embargo, en aras de la claridad, normalmente se considera mejor práctica mantener la correspondencia "abierta" separada de las ofertas "sin perjuicio".
Si un infractor no está dispuesto a comprometerse durante las negociaciones, y posteriormente logra un resultado exitoso en el Tribunal, querrá recuperar sus gastos legales del infractor. Una parte de esos gastos se habrá incurrido en el intento de liquidación, es decir, durante las negociaciones sin perjuicio. Por lo tanto, una marca "sin perjuicio" se califica a menudo como "sin perjuicio de los costes". Una comunicación a la que se aplica este privilegio calificado no está disponible como prueba hasta después de que el Tribunal haya dictado sentencia, después de lo cual se puede utilizar para determinar el nivel de costos que puede recuperar la parte ganadora. Cuando se trata de costos, es probable que un tribunal sea particularmente indiferente a la parte que se niega obstinadamente a negociar.
La regla "sin prejuicios" está diseñada para ayudar a las partes a llegar a un acuerdo rápidamente y sin incurrir en costos importantes. Si se infringe su propiedad intelectual o si otro lo acusa de infracción, un abogado de patentes puede asesorarlo sobre su puesto y ayudarlo a llevar la disputa a una conclusión rápida, favorable y rentable.
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